Diez
tendencias del consumidor para 2018
Los mercados
evolucionan constantemente y con ellos toda la cadena de valor que rodea a los clientes, un panorama que propicia
la innovación, el desarrollo y la apropiación de las nuevas tecnologías por
parte de las compañías y de los consumidores. El área de Consumer Engagement de
LLORENTE & CUENCA realizó el estudio “Tendencias consumer engagement 2018”
donde aborda este contexto, arrojando como conclusiones, entre otras, las
siguientes 10 tendencias del consumidor para 2018:
1.
Miniconsumidores
Las marcas
tienen el reto de educar en valores a la infancia, de contribuir al desarrollo
de su personalidad y de ayudarles a ser mejores adultos. Cada vez se encuentran
más ejemplos de cómo las marcas, al mismo tiempo que reconocen el valor de
influencia en la compra de los niños, realizan esfuerzos para darles
herramientas para su crecimiento. Y aquí las redes sociales tienen un papel
crucial, en el que las marcas pueden desarrollar herramientas que fomenten la
innovación y el aprendizaje.
2. El valor de
la transparencia
La confianza es
uno de los activos que más valoran
las marcas, ya que son la guía de comportamiento del consumidor. En este
sentido, ciertas industrias como la alimentaria y la cosmética se encuentran
bajo el foco de los consumidores, que desean y exigen mayor transparencia
debido a creencias relacionadas con la dieta, la ética y el medio ambiente.
Esto hace que las marcas tengan el reto y la oportunidad de evidenciar sus
procesos, contar su historia y transmitir el legado que quieren dejar.
3. Green
consumers
Los consumidores
son cada vez más conscientes de la sostenibilidad que hay detrás de los
productos y diferentes estudios muestran que estos están más dispuestos a pagar
más por productos y servicios vistos como sostenibles
o provenientes de empresas sociales, y ambientalmente
responsables. Además, las empresas también se están dando cuenta de que
construir una cadena de suministro sostenible tiene el potencial de atraer
nuevos consumidores. Y es que el filtro de la sostenibilidad en la mirada de
los consumidores está siendo determinante en la decisión de compra.
4. Co-branding
Así como los
consumidores comparten con naturalidad el automóvil, la casa o las vacaciones,
las marcas también se suben a la ola compartiendo cada vez más esfuerzos con
otras marcas. Determinadas asociaciones permiten a las marcas, por ejemplo,
promocionar sus valores positivos,
desarrollar nuevos productos o compartir información de clientes con compañías
que ofrezcan productos diferentes. pero con el mismo segmento de mercado.
Aunque el co-branding representa una oportunidad para las marcas, también tiene
sus riesgos. Por eso, es necesario que exista una congruencia y
complementariedad previa entre las marcas que se asocian.
5. La revolución
del blockchain
El blockchain es
la tecnología que desarrolló Satoshi Nakamoto para crear los bitcóin en 2009.
Esta tecnología se aplica hoy en día no solo en las criptomonedas, sino en
multitud de campos, desde transacciones internacionales en divisas
internacionales hasta los juegos online. La tecnología blockchain se puede
utilizar, en teoría, para realizar cualquier tarea que precise capacidad de
cómputo. Y sus defensores dicen que de manera más eficiente, rápida, confiable,
segura y barata que con los sistemas de cómputo centralizados. Así, puede
llegar a convertirse en el gran “desintermediario” de los servicios digitales y
ofrecer servicios al consumidor en multitud de sectores como en el e-commerce,
almacenamiento de datos, compra de música o distribución de energía, por poner
sólo unos ejemplos.
6. El consumidor
posgénero
Los consumidores
de hoy en día, con los más jóvenes a la cabeza, rechazan las etiquetas
tradicionales de masculino y femenino, y apuestan por un concepto diferente del
género, lo que está obligando a grandes marcas
internacionales a posicionarse con estrategias mucho más fluidas, tanto en
sus líneas de producto como en las de comunicación
y marketing. Las marcas tendrán que adaptarse a que, cada vez más, serán
tanto la personalidad de la gente como sus intereses, muy por encima de su
encaje sociodemográfico tradicional, los que determinen sus opciones de consumo
o fidelidad de marca, por lo que los productos transversales tendrán mucho que
ganar.
7. Seniors, los
nuevos millennials
Cada vez más
personas mayores están en internet y en las redes sociales. Este nuevo espacio de interrelación para los
mayores, junto con una mayor disposición y familiaridad con los dispositivos
digitales y móviles, está generando una comunidad de seniors con alma joven.
Personas que quieren vivir y que quieren compartir sus experiencias con el
mundo. Los seniors, que hasta ahora eran considerados como un nicho de mercado
de difícil acceso, abren todo un mundo de posibilidades para que las marcas
puedan aportar valor a un grupo de población en constante crecimiento.
8. Obsesión por
lo auténtico
Las nuevas
generaciones de jóvenes han desarrollado nuevos sistemas de detección de
autenticidad en los contenidos. Las marcas necesitan ser cada vez más
auténticas y el gusto por lo auténtico, con contenidos basados en personas
reales que cuenten historias verdaderas, contrasta con un creciente desinterés
por todo lo que son contenidos sobreproducidos. Por eso, cada vez será más
importante la marca y su narrativa
(por encima de la celebridad o influencer) y que cree lazos profundos con las
audiencias. La obsesión por lo auténtico y por lo real hace que fenómenos como
los youtubers o los influencers se estén transformado en otros más cercanos al
word-of-mouth que los consumidores mantienen con su círculo de amistades. Este
fenómeno ha impulsado el despegue de los micro-influencers, que, aunque tengan
menos seguidores, mantienen niveles de lealtad y engagement mucho más elevados.
9. “Oneconomy”:
el consumidor solitario
¿Y si compartir
estuviera pasado de moda? El consumo en solitario va abriéndose paso; así, los
consumidores priorizan cada vez más la individualidad y el cuidado personal, el
concepto de “oneconomy” (economía para uno) surge como una fuerza creciente en
el nuevo consumidor. De esta forma, el deseo de tener productos y vivir
experiencias para uno está aumentando. Como respuesta, las marcas están
empezando a reformar y cambiar las experiencias alrededor de sus bienes y
servicios. Hay grandes oportunidades en los sectores de construcción y
entretenimiento, así como en aquellos asociados a la comunicación online, a la
electrónica personal y a los electrodomésticos.
10. La salud
conectada
Las redes
sociales han aumentado exponencialmente el deseo de verse en forma y saludable,
y se crean comunidades de usuarios que serán leales a las marcas que les
entreguen alternativas que contribuyan no solo a su bienestar individual sino
también a cómo conectarlo y compartirlo con su entorno. Por poner algunos
ejemplos, las marcas deportivas lideran la evolución del retail de experiencias
con festivales de bienestar pagados que crean fidelidad a la marca e impulsan
las ventas, pero también los gigantes de la tecnología están invirtiendo
importantes recursos en el desarrollo de dispositivos que ayudarán a cerrar la
brecha entre el seguimiento del estado físico colectivo y la atención médica
real. Esta no es la industria médica del mañana, sino el internet de hoy.