La experiencia es relevante cuando trae beneficios para los clientes
Llevar muchos años en el mercado puede ser una bendición o una maldición. Depende cómo lo vea. Maldición cuando mucha experiencia significa: “Eso ya lo hicimos y no funcionó…”. Cuando los clientes perciben que por llevar 30, 40 o 50 años, no evoluciona. Eso no es bueno. Y sí, cambiar cuesta. Por eso, llevar 30 años haciendo lo mismo, no siempre es positivo. Depende de cómo se evidencia la experiencia.
Porque presumimos del tema: “Llevamos 30 años sirviendo a nuestros clientes”. ¿Y?. La experiencia es buena cuando le demuestra a la gente que esos años los pone a su servicio y representan un beneficio concreto. Es diferente por ejemplo cuando dice, “Llevo 10 años atendiendo clientes con exactamente su misma problemática. Y eso se resuelve así”. Esa es la verdadera experiencia.
Más que los años, la experiencia demuestra que ha estado expuesto a la realidad pura y dura (más que otros competidores). Algo crítico para muchos clientes.
La experiencia juega a favor cuando los clientes entienden que les ahorra dolores de cabeza porque ya sabe cómo se hace. De resto, hacer 40 años lo mismo, no siempre es un beneficio apreciado.
¿Cómo con su experiencia le puede evidenciar al cliente que ese desafío, que usted ya sabe cómo resolver más rápido, más económico y más efectivo, es importante para él?
©2018 Bien Pensado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario