Un excelente artículo que deseo compartir con todos mis lectores.
Por Becky Krinsky Braverman
Todas las personas tarde o temprano necesitan sanar, ya sea alguna herida leve o cuidar y curar alguna cicatriz profunda. De esta vida, nadie se salva. Vivir es crecer, aprender.
A pesar de que cada quien tiene su historia y su carácter, la vida ofrece constantemente oportunidades para superarse, para encontrar más luz y, sobre todo, para que uno defina. Cuando llega el punto que lo único que queda es enfrentar el dolor, conquistar el miedo y aceptar la realidad, no hay más. Después de evadir, lamentarse, reprochar, juzgar, criticar y hasta sentir enojo, desesperación, solamente sobran dos opciones, hundirse y morir en vida, o salir adelante, luchar y levantarte a pesar del miedo el dolor y la frustración.
La sanación es un proceso activo, que transforma a la persona y crea cambios en el pensamiento y en la forma de actuar. Se da justo cuando la persona que sufre o padece de un mal, toma conciencia y está dispuesto a perdonar, dar la cara y buscar luz.
Muchos sanadores afirman que encontrar el amor perdido, reconectarse con el universo y poder expresar la más sincera gratitud, es el camino y el motivo para encontrar fuerzas para sanar.
Te invito a que pruebes esta receta y sientas la maravilla que es vivir en un estado de balance, comprensión y gratitud total.
La sanación, da energía, permite amar con sinceridad y vivir en paz. ¿Qué necesitas para empezar a sanarte hoy?
La Receta:
“Sanando tu alma”
Ingredientes:
- 1 taza de conciencia; reflexión y aceptación de la realidad, sin cambios o concesiones
- 1 taza de pensamientos positivos, buscar luz; el aprendizaje en cada situación difícil y complicada
- 2 racimos de flexibilidad; adaptación y apertura a lo que hay y a lo que viene
- 1 pieza de cuidados personales, en todos los aspectos, físicos, emocionales y espirituales
- 1 manojo de atención, vivir el presente con confianza y sin reproches
- 2 cucharadas de conexión con uno mismo y con el universo
Recomendación del chef: Enfoca tu atención en la solución, no en el problema que te angustia; Repite en voz alta, “Soy capaz de conquistar mis temores, voy a salir adelante, yo tengo la intención para lograrlo.”
Modo de preparación:
- Tú eres la causa de tu problema y la fuente de tu sanación. Cuando reconoces que tus pensamientos y tus creencias tienen poder, entiendes que si te dañas, te limitas o te enojas por cosas que no puedes controlar, no dejas fluir la energía que necesitas para vivir.
- La sanación es un método concentrado, efectivo y duradero. La esencia de la sanación es muy poderosa, con la intención y el deseo verdadero de encontrar la luz, es suficiente para iniciar y completar todo el proceso. Una vez que este se logra no es necesario volverlo a repetirlo, tu sanación es permanente.
- La sanación se da por si misma, sin esfuerzo o planeación solo con el trabajo interno; Cuando se aprende a entender el lenguaje del alma y del inconsciente, se logra un conocimiento profundo de si mismo, lo que libera y facilita la energía atorada, permitiéndote sanar y vivir en un estado de conciencia plena y de balance.
¿Quién se puede sanar? Aquella persona que permite que la luz fluya, que puede ver el brillo desde dentro de su alma y alumbrar afuera, es la persona que vive con conciencia, bondad y amor.
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