domingo, 2 de marzo de 2014

The Beatles se tomaron el mundo hace 50 años

  El 31 de enero, The Beatles estaban en París, de concierto. Se acababan de bajar del escenario en el teatro Olimpia, ante un público escaso y no muy entusiasta. De regreso a su hotel, hallaron un telegrama. Firmado por su mánager, Brian Epstein, decía que los felicitaba: habían llegado al número 1 en Estados Unidos. La celebración fue... beatle: los muchachos bailaron, gritaron, mejor dicho, celebraron. El 7 de febrero, al embarcarse en el moderno Boeing 707 de la aerolínea Panam, fueron despedidos en el aeropuerto de Londres por una gran multitud de muchachos. Otros pasajeros del avión eran periodistas que el mánager del grupo había invitado para cubrir la gira de 15 días por el este de los Estados Unidos. El disc jockey Murray the K se gastó esas horas, entre la salida de Londres y la llegada a Nueva York, pasando las canciones de los Beatles, anunciando dónde iba el avión y calculando cuándo llegaba con su preciada carga. Los jóvenes siguieron la transmisión y luego fueron al aeropuerto. Minutos después de tocar suelo estadounidense, los cuatro de Liverpool enfrentaron a una incrédula y casi ofensiva prensa local. La pregunta ‘¿se van a peluquear mientras están aquí?’ fue respondida con un rápido ‘lo hicimos ayer’, y la insinuación ‘hay dudas sobre si ustedes cantan’ fue contestada con un ‘solo si nos pagan primero’. El 9 de febrero enloquecieron en el Show de Ed Sullivan y conocieron a Cassius Clay –que unos días después empezaría a llamarse Muhammad Ali–. Dos semanas más tarde regresaron a Londres como héroes. A las pocas semanas, este jovencito colombiano oía las primeras canciones de The Beatles y también caía subyugado por la ‘beatlesmanía’, que 50 años después le permite escribir estas líneas. 

SUS MEJORES TEMAS
Para la revista ‘Rolling Stone’, el álbum ‘Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band’ (1967) es el mejor de todos los tiempos y The Beatles merece el primer lugar en el listado de los artistas más importantes de la música moderna. Hace diez años, esta prestigiosa publicación especializada seleccionó las 100 mejores canciones del cuarteto de Liverpool. El texto de introducción lo escribió Elvis Costello. Estas son las siete primeras: 
1. A Day In The Life (1967)
2. I Want To Hold Your Hand (1963)
3. Strawberry Fields Forever (1967)
4. Yesterday (1965)
5. In My Life (1965)



Manolo Bellon
Para EL TIEMPO

Bogotá, ciudad perdida

Ciudad perdida
Bogotá es un sueño de ciudad inconcluso. Un juego inmemorial de piezas intercambiables: construcciones que se destruyen y se levantan desenfrenadamente, sin cálculo, casi sin respeto. Una ciudad en la que “el norte daba risa, el centro daba miedo y el sur daba lástima”, como dijo alguna vez el arquitecto Rogelio Salmona.


Destruida una y mil veces en nombre de un falso progreso, Bogotá fue y ha sido siempre una ciudad de ensayo y error. Barro y madera, concreto y vidrio se han entremezclado a través del tiempo para formular un proyecto fallido de ciudad habitable. Ciudad que sigue siendo aspiración, apenas ensueño.
En el libro Bogotá: de la devastación a la esperanza, lanzado por la Sociedad de Mejoras y Ornato de Bogotá y la organización Pedro Gómez y CIA., se cuenta, a través de fotografías demoledoras, la mala fortuna que sufrieron buena parte nuestros monumentos coloniales y republicanos. Y, en la mayoría de los casos, los monstruos que hoy los reemplazan.

“La demolición es el infarto que mata instantáneamente. Es la trombosis que liquida la existencia en minutos y aún en segundos. El deterioro urbano es el cáncer que mata la ciudad con lentitud exasperante”, escribe Alfredo Iriarte con el mismo tono indignado que recorre cada página del libro.

Con la revolución de 1861, los claustros de los tiempos coloniales en Bogotá (el convento de Santo Domingo –hoy el edificio Murillo Toro–, San Agustín, el Carmen, Santa Clara, etc.) fueron expropiados o demolidos con la misma rabia arrasadora con que unos años más tarde acabarían con los hoteles lujosos y los grandes teatros. Pasó lo mismo con las ermitas y las iglesias parroquiales.
Esos espacios hoy tendrían no solo el atractivo de su arquitectura cuadrangular y sencilla, reposada, sino que representarían un pulmón, un espacio abierto entre la multitud de edificaciones que se alzan cada tanto entre líneas. Hoy en día solo nos quedan cinco de estas estructuras religiosas.

La carrera décima
Con la construcción de la carrera décima (mal llamada la carrera de la modernidad), que surgió como un trazo dictatorial que no respetaría nada, ni la monumental iglesia de Santa Inés ni mucho menos el mercado de la Concepción, Bogotá entró en un periodo de negación de un pasado notable de arquitectura colonial y republicana.
Hoy, la décima es una arteria rígida, una fantasmagoría sin ningún progreso. No hay modernidad visible entre sus calles renegridas. Es una cicatriz de cemento y comercio indiscriminado.
En otras ciudades, como México, las vías nacientes, cuando se enfrentan con un lugar monumental, eligen la circunvalación del bien histórico. Aquí se optó, sin mayores reparos, por atravesar una línea recta que tumbara sin reversa todo lo que se encontrara en el camino.
Nada queda ya de la avenida Colón, de su amplitud y sus faroles. Nos quedamos para siempre con la ausencia, con las nostalgia de una Gran Calle –como la Quinta Avenida en Nueva York o Champs Élysées en París– que regulara la ciudad como lo haría el gran río que ya nunca tendremos.

El ‘Bogotazo’
En ese entonces, en 1947, todavía el urbanismo no existía como disciplina, como modelo de ordenación social. En la asonada del 9 de abril, los incendios afectaron 30 manzanas: edificios como el del Palacio de Justicia, el Palacio Arzobispal, el Ministerio de Gobierno, el de Hacienda, y lugares como el Hotel Regina y el Hotel Atlántico quedaron reducidos a cenizas. Desde ese día nuestro paisaje no volvió a ser nunca más el mismo.

En un área de oportunidad, los inversionistas aprovecharon el momento para edificar sin control. Fue allí, en ese entonces, cuando empezaron las construcciones verticales, la sobredensificación del espacio del centro histórico que cada vez pierde más de su pasado.
Con tanto espacio libre y sin ningún plan, la ciudad estaba perdida, puesta en manos de los devastadores.

La frase de Nicolás Gómez Dávila, adquiere entonces toda su luz. “El moderno destruye más cuando construye que cuando destruye”.

La fractura del centro histórico que sobrevino con el ‘Bogotazo’, sumada al problema de la migración campesina de los años cincuenta, intensificaron la necesidad de formular un plan piloto y un plan regulador, en ese entonces (1949) liderado por el afamado arquitecto Le Corbusier. De padres relojeros, Le Corbusier tenía en mente esa mecánica de las ciudades precisas, esa necesidad de imponer una geometría al caos y al crecimiento desordenado.
Un idea que excedía el momento que vivía la ciudad. Resignado ante los obstáculos permanentes, Le Corbusier escribió: “Bogotá seguirá pateando su mediocre destino”.
Si hacemos un esfuerzo sobrenatural e imaginamos lo que pudo ser, olvidamos por un momento los amasijos que reemplazaron aquellas maravillas arquitectónicas, tal vez entendamos que la ciudad que perdimos la seguimos devastando.

Pero también que nuestros problemas son tan grandes como nuestras responsabilidades al futuro.
Nada puede ser fugaz. El urbanismo, tiene que estar en constante fuga hacia otras artes, otras disciplinas: la música, la política. Pero si no, al menos debe estar al servicio de un exterior palpable, de un espacio público mejor. O si finalmente se decide que tampoco, que sus fines son privados, los resultados no deben ser otra cosa que una estructura humanizante.

Restaurar para incorporar el pasado

Ante tanto ensañamiento, tanto vandalismo consciente, quedan sin embargo asomos de buena voluntad: intervenciones de lugares deteriorados por completo dejan abierta la discusión sobre la posibilidad de construir ciudad incorporando el pasado; es el caso del antiguo matadero Aduanilla de Paiba, convertido hoy en un centro cultural de la Universidad Distrital abierto al público.

El teatro Faenza, lugar de proyección de películas de cine más antiguo de Bogotá, convertido con el tiempo en un lugar para ver películas pornográficas, fue salvado por la Universidad Central que decidió adquirirlo para restaurarlo.
Otro ejemplo es el palacio España, casa de un millonario y luego un inquilinato, ahora transformado en un gran hotel.

Todas estas intervenciones, van dando las pistas para futuras restauraciones.

SANTIAGO GÓMEZ LEMA
Redactor de EL TIEMPO

viernes, 17 de enero de 2014

Si no haces nada por cambiar, no te quejes si te quedas igual


Por Becky Krinsky Braverman
Cuantas veces escuchamos mujeres quejándose de su marido, pero cuando llegan a su casa, no le dicen cómo se sienten ni todo lo que piensan; que tal las personas que se quejan de su peso, pero no están dispuestas a cambiar sus hábitos de comida o su rutina de ejercicio, sin faltar las personas que se quejan de que no tienen dinero, pero tampoco hacen cambios en su forma de trabajar, de tratar a sus clientes o de presentar su servicio o producto.
Que piensan estas personas, esperan nuevos resultados sin hacer nada para obtenerlos; repiten continuamente  sus acciones, sus pensamientos, niegan sus problemas, actúan por inercia, sin esforzarse, no hacen NADA nuevo y además, esperan que las cosas cambien.
¿Será que todavía existen las hadas madrinas? ¿Qué fácil  y que cómodo pensar así verdad? No hay mucha ciencia si no hay esfuerzo, compromiso y determinación, no hay cambio, entonces de nada sirve quejarse, solo para recordarle al mundo lo injusto y desequilibrado, pobre de la eterna victima que no puede hacer nada para salir del atoro, emocional y material.
La realidad es que cada persona tiene una lucha interna que conquistar, un reto que superar. Nadie ni nada puede liberar esta batalla.
La decisión personal de cada individuo; la necesidad de cambiar y de superarse es el mejor vehículo que cada persona tiene para crecer. Sería un verdadero desperdicio hundirse en el sufrimiento y no poder salir victorioso de la lucha personal en la vida propia.
La Receta:
Viviendo el cambio
Ingredientes:
1 taza de voluntad; esfuerzo personal para resistir la derrota y luchar mas
2 cubitos de humildad; reconocer que hay algo más que se debe de aprender
1 racimo de aceptación; valentía y gratitud por la oportunidad para superarse
3 gotas de fortaleza; carácter, decisión, convicción y actitud positiva
1 chorrito de confianza; seguridad en uno mismo, autoestima, fe en el más allá.
Recomendación del chef:  Hay que reconocer que el cambio sólo se da cuando uno realmente lo desea, nadie puede hacer que uno cambie si uno no está dispuesto a luchar por si mismo. Hoy me he decidido a dejarme de quejar, o me aguanto y me callo, o cambio y lucho por cambiar lo que me molesta.
Modo de preparación:
El cambio provoca una inestabilidad necesaria para salir de la zona de confort y poder desarrollar nuevas potencialidades. Hay que reconocer que el proceso de lucha y cambio, son acciones difíciles y estresantes. La voluntad de cambiar es una condición complicada que implica valentía y humildad; es más cómodo  aferrarse a los viejos hábitos, evitar el miedo a lo desconocido que aceptar el reto y luchar.
 Una actitud positiva y determinada hace toda la diferencia. Poder ver el cambio como una bendición y una oportunidad de mejora y no como un castigo o un sufrimiento, es esencial para poder luchar con gusto y aguantar las derrotas con valor.
Un cambio pequeño puede lograr grandes alcances. Comenzando por hacer un cambio a la vez y de inmediato. No es necesario hacer grandes modificaciones o insistir que todos cambien alrededor; un pequeño movimiento incita a nuevos reacomodos.
“Si sufres, lucha por cambiar o aguántate sin quejar, la decisión es tuya nada más”

lunes, 14 de octubre de 2013

Marketing digital para el sector turísticoMarketing digital para el sector turístico

Las tres reglas para optimizar sus estrategias de mercadeo en línea y atraer más viajeros.

El turismo, particularmente los tiquetes, son una de las categorías de consumo que mayor crecimiento ha tenido en tráfico web durante el último año en Colombia, de acuerdo con ‘Futuro Digital 2013’, por esto, es cada vez más importante que los encargados de mercadeo digital de este sector estén atentos a las tendencias pero sobre todo a la estrategia.
Josh Feuerstein, co-fundador de la agencia IntentMedia, desarrolló para Tnooz un artículo sobre las tres reglas de oro en el mundo de la comercialización de viajes en Internet. Aquí están sus recomendaciones:

  • Empezar con un objetivo“Ha habido un montón de habladurías últimamente sobre que el Big Data explícitamente no implica saber qué preguntas hacer. Eso no es justo y garantiza una gran cantidad de interesados pero no resultados particularmente viables.

    Simplemente, siempre se debe comenzar con una meta y luego trabajar hacia atrás en los datos a partir de ahí. Sólo porque usted tiene más datos no elimina la necesidad de volver a su objetivo primero y pedirle a los datos que lo ayuden a llegar a él”

  • Un canal no debe significar el ‘fin’Aunque no sorprende que cada vez que alguna de las grandes plataformas de comercialización de anuncios en línea, o una agencia que los representa, tiene un producto innovador quiera ofrecérsela como primicia, recuerde que en este caso el fin ha de justificar los canales, y no los canales representar el fin.

    “No todo el mundo necesita segmentación avanzada, el sistema de selección de beneficiarios más eficiente, el éxito no está en el uso extremo de un canal sino en enviar el mensaje adecuado”.

  • No deje que lo perfecto sea enemigo de lo buenoGracias al análisis de datos es posible cada vez segmentar y perfilar a los posibles usuarios; sin embargo, mientras afina el perfil y espera que llegue el ‘comprador indicado’, lo mejor es aprovechar al máximo los acercamientos que puedan hacer otros clientes, aun cuando apenas tenga mínima información sobre sus intereses.

    “Mientras tanto, se puede conseguir un gran valor con mucho menos trabajo y sin las implicaciones que supone el rastreo de información en términos de privacidad”.
Para conocer a fondo las recomendaciones visite el artículo ‘Tres reglas de oro sobre el nuevo mundo de la comercialización de viajes’.    Amplia la información

miércoles, 9 de octubre de 2013

Cuál es el tipo de tableta ideal para usted

tabletas

El mercado de tabletas se ha diversificado de acuerdo con sus funciones y costo.

Analizamos la oferta presente en el mercado y le ayudamos a elegir el mejor producto.

 Desde enero de 2010, cuando Steve Jobs presentó el primer iPad, el segmento de las tabletas ha despegado hasta convertirse en una de las categorías de producto más relevantes del mercado.
Según el último informe de la consultora IDC, durante el cuarto trimestre de este año, las ventas de tabletas superarán a las de computadoras de escritorio y las de portátiles.La consultora pronostica que se venderán 227 millones de tabletas este año, contra 134.4 millones de computadores de escritorio y 180.9 millones de portátiles.
La empresa consultora además prevé que los teléfonos inteligentes de gran tamaño (también conocidos como 'phablets') reducirán la participación de las tabletas de 7 y 8 pulgadas. Se estima que, para 2017, los PC apenas tendrán el 5 por ciento del mercado y las tabletas acapararán el 16 por ciento de las elecciones de compra.
Como parte de la renovación tecnológica, muchas empresas y personas empiezan a utilizar tabletas o equipos “2 en 1” (que se pueden convertir en tableta o en portátil) para complementar o incluso reemplazar sus computadores portátiles o de escritorio. El crecimiento del mercado de tabletas ha traído cuatro categorías. ¿Cuál es la mejor para cubrir sus necesidades?
Masivas
Suelen tener precios muy bajos (de 400.000 pesos o menos) y funcionalidad muy básica. En estas compras por lo general el precio es el factor dominante, y se busca la tableta que satisfaga las necesidades mínimas, como permitir la visualización de contenidos multimedia y navegar en internet.
"Las tabletas masivas son ideales para negocios por su bajo costo. Son adquiridas, por ejemplo, por compañías de taxis que quiera dotar de dispositivos a sus conductores", explica Alejandro Peláez, gerente de Tecnologías para Empresas de Intel Cono Norte.
Si adquiere un lote de tabletas para su negocio, asegúrese de que no es difícil actualizar sus contenidos o manejar el inventario porque los costos operativos pueden incrementar los costos finales.
Aplicaciones más usadas: Easy Taxi, Tappsi, Waze.
Ejemplos: Kalley K-Book Mini 4.3 (150.000 pesos), Acer Iconia B1-A71 (250.000 pesos), Multitech TG-MG7A (269.000 pesos).
Entretenimiento
Se orientan al consumidor de hogar que a las empresas. Sus precios suelen estar entre los 400.000 y el millón de pesos. Estas tabletas están enfocadas en el diseño y los usos caseros (juegos, consultas en la red, hablar con amigos en redes sociales, tomar fotos, escuchar música). Aspectos como el desempeño, la compatibilidad, la seguridad y la gestión son vistos como secundarios.
Estas tabletas tienen cabida cuando las empresas adquieren equipos destinados a clientes externos. "Un banco puede dar tabletas a los clientes que abran cierto tipo de cuenta, como un estímulo promocional. Un restaurante puede poner tabletas para que los niños jueguen, en vez de darles papeles y crayolas. Una marca de gaseosas puede rifar tabletas entre sus consumidores", añade Peláez. En estos casos, la empresa compra los equipos pensando en que el usuario final la considere socialmente aceptable. Comprar tabletas masivas sería riesgoso, porque aunque sean más baratas, afectarían la imagen o la experiencia que se trata de dar.
Aplicaciones más usadas: Angry Birds, Youtube, Netflix, Skype.
Ejemplos:Samsung Galaxy Tab 3 (desde 500.000 pesos), iPad Mini (desde 750.000 pesos), Asus Fonepad (desde 500.000 pesos) y Asus Google Nexus 7 (Desde 400.000 pesos). Lenovo S6000 WiFi ($549.000), Lenovo S6000 3G ($649.000)
Corporativas
Están orientadas al empleado que están en movimiento permanente. Estos equipos necesitan ser adecuados para un ambiente empresarial, donde puedan pertenecer a un dominio y ser manejados, protegiendo la información y la seguridad de la compañía. También deben soportar aplicaciones de oficina, tener buenos puertos para conectar periféricos estándar, y necesitan cierto nivel de desempeño. Estos equipos alcanzan precios entre un millón y un millón y medio de pesos.
Usuarios comunes de estas tabletas son abogados, médicos, miembros de fuerzas de ventas, profesores, y en general profesionales que necesitan moverse y trabajar con su equipo utilizando información que a veces les toca compartir con otros.
Aplicaciones más usadas: Suite Office y Lync.
Ejemplos: ElitePad 900 (desde 1.200.000 pesos), Dell Latitude 10 (desde 1.200.000), Lenovo ThinkPad (Entre 1.200.000 y 1.500.000 pesos)
Alta gama y equipos "2 en 1"
Estos equipos tienen procesadores de última generación. Su velocidad de cómputo y calidad gráfica son muy altas y satisfacen las exigencias de los 'gamers' ejecutivos y de quienes crean contenido o manejan cantidades importantes de datos (diseñadores, investigadores, arquitectos, analistas e ingenieros).
Pueden convertirse cuando se necesite en un PC con teclado y ratón tradicionales, para escribir más rápido o manejar ciertas aplicaciones empresariales. En algunos casos, poseen “docking stations” como las de un portátil, para que al llegar a la casa u oficina se puedan conectar con pantallas grandes, impresoras, audífonos y otros periféricos. Un equipo de estos puede valer entre 1.500.000 pesos y 2.500.000 pesos.
Aplicaciones más usadas: Photoshop, Google Sketch, Autocad.
Ejemplo: Dell XPS 12 (desde 2.200.000 pesos) y Sony Vaio Duo 13 (desde 3.5 millones de pesos).
ÉDGAR LEONARDO MEDINA
REDACCIÓN TECNOLOGÍA

Mi chevrolet a la espera


jueves, 3 de octubre de 2013

Por qué pasó lo que pasó

Eric Kandel, premio Nobel en 2000

Por qué pasó lo que pasó

El hombre que descubrió cómo funciona la memoria habla del nazismo, el pasado y el futuro.


Eric Kandel con uno de sus típicos corbatines. Cuando recibió el Nobel escribió un libro titulado ‘En busca de la memoria’. / EFE

Todo lo que sabemos sobre nuestra memoria habita el fondo de un mar tibio y superficial. Más aún: todo lo que sabemos sobre nuestra memoria serpentea en forma de bicho baboso por las costas de California. Podría decepcionar, pero el olvido no es niebla ni ausencia sino una fallida conexión sináptica entre las neuronas de un caracol milenario llamado aplysia, o al menos eso dice Eric Kandel, Premio Nobel de Medicina en el año 2000.


Kandel cumplirá 84 años este 7 de noviembre en su oficina con vista panorámica al río Hudson, en Nueva York, donde dirige el Departamento de Investigaciones Neurocientíficas de la Universidad de Columbia. Llega a las 9 de la mañana, se va a las 6 de la tarde.


“No es tan heroico como parece, simplemente no aprendí a hacer otra cosa en mi vida que no fuera investigación científica”.


Eso y la magnitud de los proyectos que encabeza. “Estamos tratando de entender cómo la memoria se mantiene durante toda la vida —hace un breve silencio y completa con socarronería—. Una meta modesta”.


Fue en el otoño de 1962 cuando esquivó la mirada desdeñosa de sus colegas y, en lugar de seguir la moda de estudiar animales vertebrados, eligió el sistema neurológico de la aplysia californiana para comenzar a desentrañar una pregunta que todavía se hace: ¿por qué pasó lo que pasó? Kandel nació en 1929 en Viena, la ciudad de Sigmund Freud, de Robert Musil, de Gustav Mahler, de Gustav Klimt, pero también la ciudad de la Noche de los Cristales Rotos, que en noviembre de 1938 inauguró el odio de Adolf Hitler hacia la comunidad judía. Kandel es judío y cuando su padre olió la baba del nazismo aquel día, decidió cerrar su fábrica de juguetes y enviar a Estados Unidos a sus dos hijos, Eric y Lewis. Meses después, él y su esposa los seguirían.


“El gran mensaje del Holocausto es ‘nunca olvidar’, ¿verdad? Pero a mí lo que me interesa es por qué una sociedad tan culta y tan tolerante apoyó semejante barbarie”.


¿Por qué pasó lo que pasó? La gran pregunta del siglo XX.


“Esta es la gente que viajaba conmigo en aquel barco”.


Señala el registro migratorio que conserva enmarcado en la pared más ancha de su oficina. Se lee Ellis Island, se lee Nueva York, se lee Eric Kandel, estudiante. Por ahí llegó. Cuando el gobierno austríaco se congratuló por tener un compatriota galardonado con el Nobel, Kandel lo corrigió. “No, este premio es para un ciudadano estadounidense”.


¿Cree que aún tiene cosas por perdonar?

Sin duda, pero no lo pienso tanto en términos de perdón sino de estar en paz con lo ocurrido. No creo que pueda perdonarlos, aunque me ayuda ver que Austria ha mejorado su aproximación al pasado. Fue terrible lo que hicieron; se lo llevaron todo.


Y escribir le ha ayudado.

Sí. La vida es un círculo, y escribir ayuda a reconstruir nuestra propia narrativa.


Kandel sabe de lo que habla. El trauma austríaco lo motivó a graduarse de historiador en la Universidad de Harvard, con énfasis en literatura europea de los siglos XIX y XX. Buscaba el pasado que le habían robado, pero se dio cuenta de que los archivos y la escritura no eran suficientes. Conoció a Anna Kris, una judía austríaca cuyos padres eran psicoanalistas y discípulos de Freud, así que en el rito elegante de impresionar a los suegros se dejó llevar por el consejo de sumarse a la escuela freudiana.


“Para convertirme en psicoanalista lo mejor era estudiar medicina, luego psiquiatría y luego, ya, ser terapeuta calificado, así que tomé un curso de verano en química para reunir los requerimientos necesarios y me aceptaron en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York en 1952”.


Quién sabe si la ruptura amorosa —no lo dice— o el avance en sus estudios lo llevaron a cuestionarse la escasa vinculación del psicoanálisis con la biología. Como su búsqueda —la gran búsqueda— era la memoria, supo que antes de cualquier terapia había que entender al cuerpo y, puestos a elegir un órgano, las respuestas debían estar en el cerebro. Kandel cambió la psiquiatría por la neurociencia y así hasta el otoño de 1962.


¿Cómo se almacena algo en la memoria?, se preguntó, y en lugar de suscribir el supuesto de que el cerebro humano es demasiado complejo como para extraer información significativa de experimentos con animales más simples, Kandel utilizó el método más antiguo del pensamiento científico: ensayo y error. Cien mil millones de neuronas interactúan en cada una de nuestras cabezas; el cerebro de la aplysia sólo tiene veinte mil, la mayoría muy grandes e invariables en el tiempo. Ni primates ni ratones: desde el 62 decidió que en ese caracol estaba la posibilidad de entender el aprendizaje, el proceso en el que la memoria de corto plazo se convierte en memoria de largo plazo.


“Es fácil aislar una neurona en la aplysia y aplicarle distintos estímulos externos para determinar qué respuestas se generan. Tras años de investigación, llegamos a la conclusión de que las memorias de corto plazo son fisiológicas, por lo que ocurren cuando se fortalecen las conexiones sinápticas existentes entre las neuronas. En cambio, las memorias de largo plazo son estructurales, es decir, se crean cuando crecen nuevas conexiones sinápticas entre las neuronas”.


Dicho en otras palabras, la anatomía del cerebro cambia a medida que almacenamos memorias duraderas, como el mapa de una ciudad prodigiosa que no deja de levantar nuevas autopistas, carreteras, callejones, atajos. Dicho en otras palabras, si dentro de unos meses usted recuerda esto que acaba de leer es porque entre sus neuronas nació una conexión indeleble. Nuestro cerebro es otro cerebro cada vez que incorporamos nuevos conocimientos.


Descubrimientos así valen un Nobel. El suyo llegó en el año 2000.


“Cuando ganas el Nobel te piden dos textos: un discurso que das a los asistentes y una biografía. Algunos simplemente envían su currículo, pero un amigo me dijo que me lo tomara más en serio y que hiciera una narración, así que por primera vez en mi vida me senté a escribir lo que significó la pérdida de Viena y fue una experiencia tan intensa que terminé publicando mi primer libro”.


Se llama En busca de la memoria, lo publica Katz Editores y con algo de paciencia y suerte se puede conseguir en librerías colombianas. Mitad autobiografía, mitad recuento científico del largo camino hasta el Nobel, se trata de un texto brillante para reconocer cómo el dolor por la pérdida del pasado puede convertirse en motivación y no en lamento. “Escribir robustece mi pensamiento y a menudo es lo que me permite afilar mis ideas”.


Kandel está contrariado. Hace pocos meses un miembro de su equipo de investigación le dijo que quiere retirarse de la academia porque ya cumplió 61 años y cree que llegó la hora de divertirse.


“No lo entendí. Pensaba que esta siempre había sido nuestra diversión”.


Entonces se ríe como una oca frenética echando su torso hacia atrás en pequeñas sacudidas sucesivas que le tuercen el corbatín. Kandel siempre usa corbatín. Llamativo, a ser posible. Su cabellera blanca y aún larga en la nuca le da un aire de científico loco apenas domesticado por la universidad, por eso en contraposición a la llamada “ciencia diurna” —la de la evidencia empírica, la de los datos— resalta el valor de la “ciencia nocturna”.


“Creo que es la base de la creatividad, que tu mente se relaje, se enajene de las estructuras y te permita especular”.


¿Y cómo hace para lidiar con la incertidumbre?

Cuando comienzas a unir conocimientos tienes dudas de si finalmente todo encajará. Hoy en día lidio bien con eso porque mi juicio es mejor y porque tengo más confianza en mí. Con la edad ciertas cosas cambian, pero un número sorprendente de aptitudes mejoran a nivel intelectual. Incluso ciertos aspectos de la creatividad sufren cambios positivos porque la confianza te permite regresar a un estado casi infantil.


¿No sufre pérdidas de memoria?

Por supuesto, mi memoria no es tan buena como solía ser, sobre todo con los nombres. Sé lo que ayuda a mejorar las conexiones en el cerebro y trato de hacer esos ejercicios cuando no me gana la pereza. Actualmente lo mejor que se puede hacer es permanecer sano físicamente, porque en este momento no hay ninguna droga que realmente ayude.


¿Cuán lejano es un futuro en el que sea posible borrar recuerdos concretos?

Creo que sí puede pasar, entonces el reto será ético porque apoyo firmemente el mejoramiento de la memoria, pero estoy en contra de borrar recuerdos. Quizá pueda ayudar a personas con síndrome de estrés postraumático, nada más, pues el caso es que somos las personas que somos gracias a nuestros recuerdos, incluyendo los dolorosos. Yo no sería quien soy si no hubiera existido la Viena de 1938.


¿Hay evidencia de que las malas experiencias sean más definitorias que las buenas?

No, pero son importantes. La naturaleza del recuerdo está relacionada con las personas y, como la memoria es fácil de distorsionar, no todos los recuerdos son confiables. Lo que me sorprende, precisamente por eso, es la cantidad de memorias precisas que generamos y, aunque para entender eso aún debamos esperar unos sesenta o cien años, me interesa mucho lo que hace verídicos nuestros recuerdos.


Kandel habla del Nobel como quien ya de adulto recuerda una buena calificación en el colegio. Es el arte lo que más lo entusiasma, la posibilidad de que en nuestras reacciones ante un cuadro podamos entender más sobre el inconsciente. Una vuelta al psicoanálisis. En su libro más reciente, The Age of Insight, se vale de la obra de pintores como Gustav Klimt para explicar ideas latentes como la sexualidad y el miedo a la muerte.


¿Son tantos los secretos que guarda un caracol?

Leonardo Da Vinci se benefició mucho al diseccionar el cuerpo humano porque entendió cómo se constituía nuestro organismo. Lo que escribí es apenas una aproximación a lo que pasa en nuestro cerebro ante el hecho creativo, y creo que en el futuro los artistas sabrán aprovechar la neurociencia.

Eric Kandel con uno de sus típicos corbatines. Cuando recibió el Nobel escribió un libro titulado ‘En busca de la memoria’.  / EFEPero hay peligros en ese conocimiento, no en vano Hitler advirtió en su momento la importancia del código cifrado de la genética.
Hitler valoraba la ciencia, no hay duda, porque a nivel colectivo los políticos carismáticos son capaces de percibir las aspiraciones inconscientes de la gente y aprovecharse de ello. El liderazgo está bien estudiado por varios colegas: la gente se quiere sentir segura y escuchada; si eres pobre, quieres recursos y si eres rico, quieres proteger tus recursos. Los líderes responden a esas necesidad primitivas, pero por encima de los peligros valoro la posibilidad de tener mejores vidas a medida que entendamos mejor nuestro cerebro.

Kandel dice “Hitler” y en algún lugar de la costa californiana una aplysia se retuerce hasta desaparecer. No bastan veinte mil neuronas para responder la pregunta.
¿Por qué pasó lo que pasó?
Por: Marcel Ventura / Especial para El Espectador

viernes, 27 de septiembre de 2013

Recetas para la vida — ¿Cómo sanarme si no tengo fuerzas para seguir?

Un excelente artículo que deseo compartir con todos mis lectores.

Por Becky Krinsky Braverman
Todas las personas tarde o temprano necesitan sanar, ya sea alguna herida leve o cuidar y curar alguna cicatriz profunda. De esta vida, nadie se salva. Vivir es crecer, aprender.
A pesar de que cada quien tiene su historia y su carácter, la vida ofrece constantemente oportunidades para superarse, para encontrar más luz y, sobre todo, para que uno defina. Cuando llega el punto que lo único que queda es enfrentar el dolor, conquistar el miedo y aceptar la realidad, no hay más. Después de evadir, lamentarse, reprochar, juzgar, criticar y hasta sentir enojo, desesperación, solamente sobran dos opciones, hundirse y morir en vida, o salir adelante, luchar y levantarte a pesar del miedo el dolor y la frustración.
La sanación es un proceso activo, que transforma a la persona y crea cambios en el pensamiento y en la forma de actuar. Se da justo cuando la persona que sufre o padece de un mal, toma conciencia y está dispuesto a perdonar, dar la cara y buscar luz.
Muchos sanadores afirman que encontrar el amor perdido, reconectarse con el universo y  poder expresar la más sincera gratitud, es el camino y el motivo para encontrar fuerzas para sanar.
Te invito a que pruebes esta receta y sientas la maravilla que es vivir en un estado de balance, comprensión y gratitud total.
La sanación, da energía, permite amar con sinceridad y vivir en paz.  ¿Qué necesitas para empezar a sanarte hoy? 
La Receta:
Sanando tu alma
Ingredientes:
  • 1 taza de conciencia; reflexión y aceptación de la realidad, sin cambios o concesiones
  • 1 taza de  pensamientos positivos, buscar luz; el aprendizaje en cada situación difícil y complicada
  • 2 racimos de flexibilidad;  adaptación y apertura a lo que hay y a lo que viene
  • 1 pieza de cuidados personales, en todos los aspectos, físicos, emocionales y espirituales
  • 1 manojo de atención, vivir el presente con confianza y sin reproches
  • 2 cucharadas de conexión con uno mismo y con el universo
Recomendación del chef:  Enfoca tu atención en la solución, no en el problema que te angustia; Repite en voz alta, “Soy capaz de conquistar mis temores, voy a salir adelante, yo tengo la intención para lograrlo.”
Modo de preparación:
  1. Tú eres la causa de tu problema y la fuente de tu sanación. Cuando reconoces que tus pensamientos y tus creencias tienen poder, entiendes que si te dañas, te limitas o te enojas por cosas que no puedes controlar, no dejas fluir la energía que necesitas para vivir.
  2. La sanación es un método concentrado, efectivo y duradero. La esencia de la sanación es muy poderosa, con la intención y el deseo verdadero de encontrar la luz, es suficiente para iniciar y completar todo el proceso. Una vez que este se logra no es necesario volverlo a repetirlo, tu sanación es permanente.
  3. La sanación se da por si misma, sin esfuerzo o planeación solo con el trabajo interno; Cuando se aprende a entender el lenguaje del alma y del inconsciente, se logra un conocimiento profundo de si mismo, lo que libera y facilita la energía atorada, permitiéndote sanar y vivir en un estado de conciencia plena y de balance.
¿Quién se puede sanar? Aquella persona que permite que la luz fluya, que puede ver el brillo desde dentro de su alma y alumbrar afuera, es la persona que vive con conciencia, bondad y amor.

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miércoles, 25 de septiembre de 2013

Big Data lo sabe todo

Big Data lo sabe todo

Big Data
La tecnología de Big Data tiene aplicaciones en todos los ámbitos de los negocios.

Guía para comprender esta tendencia que cada vez adquiere más fuerza en el mundo de la tecnología.

Es posible que haya escuchado el concepto Big Data en los últimos años. ¿Qué es? ¿Para qué sirve? Empecemos con un ejemplo: cuando Juan Manuel Fangio, campeón cinco veces de la Fórmula 1, se detenía en los garajes para conversar con los ingenieros y tomaba la mayoría de decisiones con base en su intuición. Para predecir el clima apelaban al aroma de vientos, y para tomar los tiempos de vuelta, empleaban lápiz y papel. Ahora, 50 años después, la escudería británica Mclaren decide sobre la pista con base en la información que proporcionan más de 100 sensores ubicados en cada rincón del auto.
“Un cambio de llantas ya no se fundamenta en la mera observación, sino en datos concretos que se procesan, correlacionan y analizan en tiempo real”, indica Juan Santiago Guzmán, sales specialist de Hana y snalytics para SAP Colombia.
Los resultados que arrojan los datos les permite modificar un plan de carrera sobre la marcha, dependiendo del clima, de la temperatura de los frenos o del estado del motor. Todo ello, gracias a Big Data, una tendencia que permite que aquello que antes era simple azar sea controlable.
“En estos sistemas (los de Big Data), los datos se encuentran en infraestructuras de computación que procesan, validan, analizan y evalúan grandes volúmenes de información, los cuales proceden de fuentes diversas. La estructura debe permitir que se entreguen respuestas en tiempo real”, asegura Humberto Gómez, vicepresidente de Enterprise, de Huawei Colombia.
Big Data es una tendencia tecnológica que busca aprovechar y darle valor a la información”, explica Fabio Camacho, especialista de gestión de información para Latinoamérica de Hewlett Packard.
Ocurre que con el crecimiento exponencial de las fuentes de información, producto de los avances tecnológicos y la globalización, las bases de datos se convirtieron en colosos que no paran de crecer. Solo una pequeña parte de esos datos se encuentran organizados (estructurados, en términos técnicos), y el 90 por ciento están en desorden (no estructurados), según Camacho.
Los correos electrónicos, archivos de call center, imágenes, videos, información de redes sociales y de sensores, los videos de las cámaras de vigilancia de una ciudad, entre otros, forman parte de los datos no estructurados. Estos crecen 60 por ciento anual y hasta hace pocos años no se aprovechaban.
Big Data llegó como esa oportunidad, esa posibilidad de transformar esa madeja de datos fragmentados en un arma poderosa, en algo útil para resolver preguntas que antes carecían de respuesta, para determinar patrones y tendencias y, de ser posible, tomar decisiones inmediatas.
Sus aplicaciones son infinitas y alterarán el panorama del comercio, del servicio al cliente, de la medicina, entre otros.
¿Ha visto los gráficos en tiempo real que encontramos en el portal de un torneo de tenis? Esos datos se actualizan empleando soluciones de Big Data. Darle un orden o sentido a la montaña de información también significa convertirlos en piezas gráficas atractivas, sencillas y dinámicas.
Volumen, variedad y velocidad
Para Daniel Paz, gerente de producto de Microsoft, Big Data se refiere a “enormes volúmenes de datos que se producen a gran velocidad y son de múltiple variedad. Una solución de Big Data debe transformarlos para que se pueda acceder a ellos con facilidad y rapidez”.
Con tal propósito, Microsoft implementó soluciones de análisis de datos en Office 2013. Mediante la herramienta Power Query, de Excel, puede solicitar, por ejemplo, todos los trinos que se produjeron en la noche de los premios Óscar (unos 12 millones de mensajes aproximadamente).
Una vez descargados los datos, emplean Power View para que el sistema genere gráficos fáciles de comprender. Así resultará sencillo saber cuál era el ánimo de los usuarios de Twitter a cierta hora y cómo fue evolucionando con el tiempo.
“Estos avances en Big Data han ido de la mano de mejoras en las piezas internas del computador, tanto en potencia como conectividad”, añade Alejandro Peláez, gerente de tecnologías para Intel en el cono norte.
Big Data en almacenes
Así funciona el sistema de la firma senseta
Mediante la captura de información del sistema de circuito cerrado de televisión de cada tienda, la herramienta de análisis de Senseta convierte estos registros en cifras reales, proporcionando estadísticas sobre conteo de personas, mapas de flujo, rutas de circulación, puntos críticos, zonas calientes y frías y tiempo de permanencia del cliente en el punto de venta. Ello lleva a mejores decisiones de negocio.
ÉDGAR LEONARDO MEDINA SILVA
Redacción Tecnología